LXS TRABAJADORXS DE COOPERATIVAS DECIMOS

El resultado de las últimas PASO, más allá de las tensiones generadas en la coalición de gobierno, puso en primer plano debates que estaban presentes desde la asunción del gobierno de Alberto Fernández.

Los motivos que arrojaron dichos resultados son de diversa naturaleza pero como trabajadorxs y cooperativistas queremos centrarnos en los aspectos económicos y sociales que señalan las causas del alejamiento del gobierno respecto las mayorías populares y del trabajo.

Tierra arrasada y pandemia

Los planes sociales, los aportes de emergencia, pensiones y las transferencias que se realizan desde el Ejecutivo a los sectores populares, fueron imprescindibles como política de ingresos para sobrellevar, en lo inmediato, la pobreza a la que fueron empujadas nuestras familias, por la aplicación de las políticas del Régimen PRO-UCR, potenciadas luego por la pandemia COVID.

Sin embargo, lo que debía ser una herramienta complementaria a una decidida y activa política transformadora de la economía neoliberal impuesta, se ha convertido en la centralidad asistencial de las políticas de ajuste exigidas por el FMI y las corporaciones, que continúan controlando la economía argentina a partir del manejo monopólico de los precios de los alimentos, de los recursos básicos y los servicios.

Este objetivo del presupuesto público es insuficiente para la vida digna si no se constituye una inversión estratégica generadora del despegue con producción y trabajo como nos propusimos en 2019, para salir de la debacle económica macrista y de los efectos adicionales de la pandemia.

La falta de participación en las elecciones expresa la falta de motivación de la mayoría de los propios beneficiarios de los programas asistenciales, que no están conformes con este escenario en el que los planes de ayuda contra la indigencia y hasta los mismos salarios de los que tienen empleo no llegan a cubrir la canasta básica de una familia.

La reactivación económica, la inversión genuina y el crecimiento solamente son imaginables a través de una gestión que priorice una estrategia de fortalecimiento y protección del mercado interno a través de una inversión pública que modifique con decisión los circuitos económicos de las cadenas de producción y del consumo.

En este contexto, las cooperativas de trabajo, que somos EMPRESAS SOCIALES capaces de producir, reinvertir excedentes, crear puestos de trabajo digno y calificado, tenemos y exigimos un rol central en una nueva estructura productiva nacional orientada al bienestar de la familia argentina como prioridad política.

El cooperativismo es una opción superadora al desempleo y una forma digna de integración social e incorporación a la vida productiva de millones de compatriotas que juntamente con Pymes y producciones locales constituimos el tejido económico y social que va a sacar adelante a nuestra Patria.

Durante los años 2003 y 2015, con el impulso de planes y programas de inversión en obra pública y construcción de viviendas, principalmente con el Programa de Emergencia Habitacional, bajo la presidencia de Néstor Kirchner, quedó demostrada la capacidad de las cooperativas de trabajo para cumplir con los objetivos productivos, con una gran efectividad en la entrega de las viviendas, e integrando socialmente a miles de trabajadores que sufrían las consecuencias del desempleo.

En aquella etapa nos capacitamos, se profesionalizaron las organizaciones y se logró la integración a la sociedad de las familias en los territorios. La CNCT es precisamente una demostración más de la organización popular del trabajo mediante cooperativas.

Miles de metros cuadrados y km de servicios fueron creados por mujeres y hombres, jóvenes y adultxs orgullosxs de participar en la construcción de una Patria justa y Soberana.

Asistencialismo vs organización popular productiva

El primer objetivo del macrismo fue desarticular ese tejido de organización económica y social que se representa mediante la forma de cooperativas.

Las políticas de participación cultural colectiva fue reemplazada por planes sociales y la promoción del individualismo aspiracional meritocrático que impulsa el neoliberalismo. Aquellos miles y miles de trabajadoras y trabajadores organizadxs en un mundo productivo que disputaban a las corporaciones los espacios económicos en el territorio y contaban con el apoyo estratégico del Presupuesto y la gestión pública, fueron empujados al destino final de la contención con planes a miles de desposeídos que quedaron al margen.

La actual situación exige retomar políticas activas de organización productiva colectiva por parte del Estado, con una gestión pública que reemplace el loteo de Ministerios entre grupos de interés y organizaciones que continúan las alternativas funcionales a las corporaciones y el libre mercadismo.

CNCT junto a los sectores del trabajo, la industria y la producción hermanados, entendemos que el FDT, en la actual situación de post-pandemia, debe retomar inmediatamente y adaptar las experiencias de gestión del gobierno popular de Néstor y Cristina Kirchner que generaron miles de puestos de trabajo digno y organizado en cooperativas. Para eso tiene que utilizar, en Planes estratégicos, su capacidad de demanda en productos y servicios generados por mano de obra intensiva y territorial, de manera federal, que ayude a balancear la restricción externa. La construcción y la obra pública en general son el mejor ejemplo de cómo se puede lograr este objetivo.

Desde la experiencia, volver mejores

Después de la crisis del 2001 se tomaron decisiones inteligentes y valientes que cambiaron la situación de los sectores populares, que interpretaron que el deseo de nuestro Pueblo es el trabajo y la dignidad y que eso se lograba además con solidaridad y capacitación.

Por eso se crearon miles de cooperativas que organizadamente empezaron a trabajar capacitándose y convirtiendo esas unidades en cooperativas eficientes económica y socialmente, que cumplieron con los objetivos trazados.

Se incorporaron en todo el territorio nacional, sectores que nunca hubieran tenido otra oportunidad laboral, se sumaron mujeres mayores y jóvenes que estaban en ese momento marginados, se organizó la producción, y recuperó la dignidad de las familias. Las obras están y la experiencia se mantiene. Muchas se concretaron a través de nuestra organización CNCT y el desarrollo fue multiplicado en todo el país, en 20 provincias crecieron experiencias organizativas del trabajo a partir de cooperativas agrupadas en 47 Federaciones.

La economía en los territorios tiene de esta manera una presencia federal concreta, generando arraigo en las regiones. Pero esta participación popular efectiva en el espacio económico molestó a muchos poderes. Particularmente en la provincia de Jujuy, el Régimen PRO UCR desato sus métodos de destrucción y persecución. Aun hoy la compañera Milagro Sala y sus compañeres continúan siendo presos políticos del neoliberalismo y los funcionarios que implementaron esas políticas son denostados.

Las propuestas presentadas por CNCT en 2019 a este gobierno no fueron escuchadas. Las expectativas depositadas por el cooperativismo de trabajo en esta gestión no fueron completadas. La pandemia alteró los cursos de acción pero el trabajo cooperativo no fue considerado como instrumento transformador desde el inicio.

Es hora, ante el avance de la crisis, el aumento de la pobreza y el estancamiento económico, que el gobierno considere la experiencia organizativa y de gestión popular ya desarrollada, mirando en sus Excel, los efectos y beneficios que se alcanzaron antes del macrismo, que contradicen la mala intención de sectores que denostaron nuestro desarrollo, buscando prejuiciosa e interesadamente desconsiderarlo.

Reconocer el trabajo y la solidaridad de nuestro pueblo implica considerar lo ya realizado por las cooperativas organizando el trabajo disponible en el marco estratégico de políticas públicas nacionales transformadoras.

La situación económica y política que atravesamos es extremadamente compleja, el Pueblo espera medidas contundentes, no es suficiente proponer matices ni tampoco ha servido la contención social que se conservó y gestiona desde el macrismo.

Exigimos cambiar las políticas para favorecer y apoyar a nuestrxs compatriotas y sus familias, facilitando la creación de las cooperativas, a partir de programas que articulen demanda y producción, fomento que permita la recuperación económica con ocupación de calidad, aumento de los ingresos populares y la recuperación de la dignidad de nuestro pueblo a partir del trabajo colectivo en una comunidad organizada.

Por todo esto es necesario revertir el resultado de las próximas elecciones y nosotrxs militaremos codo a codo para que eso suceda sin perder de vista cuáles son los objetivos para lograr la felicidad del Pueblo Trabajador. Renovamos la confianza en el Frente de Todxs, fuerza política que integramos y que, estamos convencidxs, es la única que hoy puede llevar adelante la grandeza de nuestra Patria.

UNIDXS LA DAMOS VUELTA

CNCT, Confederación Nacional de Cooperativas de Trabajo

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